Fecha de inicio: 15 de Enero de 2016
Fecha finalización propuesta: 03 de Febrero de 2016
Autor: JUAN JACINTO MUÑOZ RENGEL
Año: 2012
Genero: Novela Policial
Sinopsis:
El señor Y. debe cumplir su último encargo como asesino profesional, pero para conseguirlo tendrá que superar un grave obstáculo: no le queda más que un día de vida. ..En realidad, el enigmático asesino a sueldo que responde a las iniciales M.Y. lleva años muriéndose, desde el mismo momento en que vino a este mundo. Le pers iguen tantas enfermedades que cualquiera podría considerarlo un milagro médico. Ahora, por encargo de un cliente misterioso que se mantiene en la sombra, debe matar al escurridizo Eduardo Blaisten antes de que le asalte una apoplejía terminal o una úlcera gangrenosa o un empeoramiento de su Síndrome de Espasmo Profesional...Su incomprensible mala suerte irá frustrando uno tras otro todos sus intentos de homicidio, y estableciendo una mágica conexión entre sus propias penalidades y los grandes males físicos, psicológicos e imaginarios, que torturaron a Poe, Proust, Voltaire, Tolstói, Molière, Kant y al resto de los hipocondríacos ilustres de la historia de la literatura y el pensamiento...Una inteligente y divertidísima novela que aúna intriga, obsesión, asesinato y amor incondicional por la literatura.
Opinión Personal de Analía:
Quise pensar que tal vez sería un libro
diferente, ya que la propuesta me resulto
interesante, pensar en una historia que tenga momentos tragicómicos me hizo suponer que llegaría a atraparme
completamente pero la verdad que todo resulto diferente , me vi envuelta en las
acciones monótonas y repetitivas del asesino donde su mala suerte me ponía los
nervios de punta.
Claro que me gustaron muchos los tramos en
donde el autor narró sucesos que vivieron personajes famosos de la historia
afectados por esta rara enfermedad que aunque si me pongo a pensar es más común
de lo que se pueda imaginar, todos tenemos un ligero comienzo de esta afección
psicológica. Las personas hipocondríacas tienen un miedo desmedido a la muerte,
al dolor, al sufrimiento, a la debilidad y a depender de otros.
El autor utilizó un lenguaje claro y poco
sofisticado con buenas explicaciones para los términos galenos. La narración en
primera persona a veces me resultaba un tanto odiosa pero pese a todo apuesto
al argumento original de este libro, a la buena documentación del autor al volcar
situaciones reales de personajes memorables.
El paciente hipocondríaco se siente
incomprendido porque nadie es capaz de detectar su enfermedad. Como necesita
que encuentren el mal que padecen para poder curarlo, además de angustiarse, se
deprime creyendo que lo que le pasa no tiene solución. Pero he de imaginarme lo mal que puede
pasarla una persona con esta afección, por eso
el señor M. Y al final me causaba ternura, vivir esperando la muerte que nunca llega, que se toma su tiempo o que
se detiene en los cuerpos equivocados, aquellos llenos de vida, de proyectos,
de sueños, me hacen enojar con el
personaje pero también pensar en lo mal y solas que viven estas personas.
Como datos curiosos me gustaría compartir
que el trastorno, cuyo nombre deriva del supuesto órgano del cuerpo donde
creían en una época que se originaba -el hipocondrio, que es la zona situada en
la región superior y lateral del abdomen-, es por cierto muy antiguo pero aún
despierta misterios. Son los hombres los más propensos sufrir esta condición se
dice que la hipocondría es al hombre lo que la histeria a la mujer.
Les dejo un link con los diez
hipocondriacos más famosos por si les interesa leer más sobre el tema. http://psicologiadquirida.blogspot.com.ar/2014/03/top-10-famosos-hipocondriacos.html
Leí el libro hasta el final solo para ver si lograba matar a Blastein y si el asesino se moría de una vez por todas, y no paso ninguna de las dos cosas. El libro no me resulto muy atrapante, incluso muy cansador porque siempre rondaba en lo mismo, las enfermedades del asesino y los intentos fallidos de asesinato. Si me resultaron interesantes los relatos sobre personajes conocidos y la forma de vida que llevaron. Supongo que el autor quiso en algunas ocasiones poner algo de humor al relato, al describir las enfermedades del asesino y las cosas que le pasaban, pero no me llego a sorprender demasiado. No se si me estoy poniendo mas exigente con las historias que leo, o realmente no fue del todo bueno el libro.
ResponderEliminarEsta tarde, justo antes de escribir mi comentario, noté que algo raro me sucedía. Investigando un poco comprobé que padecía nada más ni nada menos que el Síndrome del Estudiante , concepto introducido por el famoso Eliyahu M. Goldratt e iba a usar esa excusa para remolonear con mi comentario pero, como soy una mujer de una moral Kantiana, dejé que mis dedos acaricien delicadamente las teclas (como la lluvia suave lo hace en este momento con el cristal de mi ventana) y aquí va mi muy sencilla opinión de esta obra.
ResponderEliminarEl libro, aunque no llegó a impactarme a gran escala, me pareció simpático divertido e interesante. Encontré millones de datos curiosos sobre personajes ilustres. Me gustó el hecho de conocer cómo era la medicina de esas épocas y cómo los personajes llevaron adelante sus geniales vidas con tan grandes padecimientos. Los admiro con solo pensar que lo célebre de su existencia lo hicieron en tan poco tiempo debido a la prontitud con que la muerte los alcanzó en la carrera y remándola duro porque perdieron a sus padres a temprana edad.
Poniéndome en los zapatos del protagonista (el del pie derecho mas grande por la enfermedad de Proteus) siento pena por el. Vivir con la preocupación y el miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de algunos síntomas debe ser terrible. Empezar y terminar el día midiéndote la fiebre, la presión, oxigenando los pulmones etc., etc. creo que hace muy pesada la vida cotidiana. Me gustaron los rebuscados métodos que usaba, aunque siempre fallidos, para llevar a cabo su cometido. Me puso un poco loca la actitud puntillosa de armar sus coartadas en caso de que la ley lo atrape en el delito si pensaba que cada día era regalado y que era el último que iba a vivir.
Al final, yo que soy un sinónimo de bondad (je je) los hubiera matado a los dos. A Blaisten porque se tenía que morir desde la primera página y al señor Y que vive en el punto X de la ciudad de Madrid por su bendita moral!!!. Lo tenía al alcance de la mano y cuando pudo hacerlo no lo hizo. No!!!!!!
Bueno, para terminar, les comento que hace unos días leí que se podrían evitar muchos tipos de cánceres, si fuéramos un poquito hipocondríacos. El artículo subrayaba que se podría diagnosticar a tiempo esta enfermedad y hasta curarla si prestáramos atención a algunos síntomas básicos y visitáramos a un profesional médico periódicamente. Asi que muchachas… a hacerse el papnicolau que la vida es linda!
Al leer el título, me imaginé una lectura mucho más dramática de lo que realmente resultó. Me pareció interesante el relato de las vidas que les tocó en suerte a personajes reconocidos de la historia, como si la genialidad de un cerebro vaya ligada al maltrato..
ResponderEliminarEsperaba que cumpliera con su cometido, asesinar a su última víctima!, que es lo que intentó desde el inicio para luego morir, hechos que no ocurrieron en ningún momento.
El asesino hipocondríaco resultó ser al fin un hombre carente de afecto, quien sintió contención cuando su víctima lo trasladaba en auto, luego de descomponerse en uno de sus tantos intentos frustrados, en consecuencia dudo que haya matado a alguien alguna vez.
En conclusión me gusto un poco, me pareció denso por momentos cuando relataba el arsenal de medicamentos y equipos de los que disponía para cuidar su malograda salud y muy cómicos en otros como cuando estaba en el dormitorio de Blastein a punto de asesinarlo y ve a la novia sin ropas y no puede continuar con su misión… mucha ficción
Después de haberme tomado un tiempo considerado para realizar dicho comentario y motivo por el cual hay eventos que ya no recuerdo comenzaré diciendo que si bien no fue una novela que me voló la cabeza, disfruté mucho leyéndola. Me reí a carcajadas con las ocurrencias y desavenencias del señor Y, para llevar a cabo el asesinato del Sr. M.
ResponderEliminarMe pareció una historia divertida, elaborada con mucha ironía y algo de humor negro, sobre un asesino a sueldo un poco tonto en su trabajo, un hombre solitario que se ha valido y ha hecho suyas las enfermedades imaginarias que afectaron a los grandes hombres de la literatura mundial.
La historia recopila situaciones tan poco recurrentes en lo cotidiano que me resultaron fascinantes a la hora de recrearlas en mi cabeza, lo que lamento es que el autor no pudo sostener esa originalidad en la totalidad de la trama. En ocasiones redunda tanto sobre ciertos aspectos que la lectura se torna un tanto aburrida.
Creo que como todos los que leímos esta novela me he preguntado: ¿Será capaz el Sr. Y de llevar adelante su cometido?
Tuve que continuar hasta el último capítulo para conocer la respuesta.