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sábado, 21 de abril de 2018

Los renglones torcidos de Dios



Fecha de Inicio: 21 de Abril de 2018
Fecha de Finalizacion: 1 de Junio de 2018
Autor: Torcuato Luca de Tena
País: España
Año: 1979
Género: Novela


Sinopsis:
Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido. La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico.

Opinion personal de Alicia:

Confieso que elegí el libro por lo original de su título "Los renglones torcidos de Dios". El relato fue muy llevadero y muy bien documentado. Las descripciones de las dolencias y padecimientos de los auténticos habitantes de la institución fueron espeluznantemente reales. Las destrezas del día a día del personal a cargo de los enfermos nos hizo ver que la profesión sola no basta, que hace falta corazón para lidiar cotidianamente con esos delirantes, apocados, eufóricos, deprimidos, distantes o desvalidos ejemplos de humanidad.

¿Estará Alicia desequilibrada mentalmente? ¿Habitará bajo esa sofisticada, elegante, inteligente y cautivadora mujer una envenenadora en potencia en busca de un escape de la justicia entre esos muros grises? Al terminar de leer la historia esa duda que nos acompañó desde el inicio queda sin una respuesta concreta, supeditada a criterio del ojo clínico del lector. Recorrimos junto a ella, evaluándola continuamente, los pasillos de este sanatorio mental y llegamos al punto de vernos sentados en una junta de médicos debatiendo con los demás si estábamos o no de acuerdo en dar marcha atrás a la resolución de dejar libre a una persona que supo engañar a todos en todo momento. Afirmar su locura sería como afirmar nuestro error, nuestra incapacidad profesional para reconocer los síntomas de una enfermedad. Aceptar su locura sería aceptar que fue injusta la decisión de pedir la destitución de Samuel Alvar como director del establecimiento. Hay decisiones que no tienen vuelta atrás, son el piñón fijo del destino que avanza y avanza pedaleando al ritmo de las circunstancias. Con la incertidumbre de haber cometido un error, observamos a Alicia cruzar las rejas sin necesidad de presentar una tarjeta naranja al portero. Pero como dice el dicho "Dios escribe derecho en los renglones torcidos de la humanidad", la resolución del conflicto nos hizo respirar aliviados: la vimos regresar nuevamente, por el camino bordeado de chopos, elegantemente vestida, con una nueva historia en la maleta de su cerebro.

Esto nos hace pensar en lo fino que es el límite entre realidad y locura. Imaginamos nuestro "renglón" impecablemente derecho sin imaginar que el trazo del dibujante, puede doblar la línea en cualquier instante, puede subirla a la cima del delirio o a la profundidad de la depresión. ¿Quién puede determinar a ciencia cierta cual es el lado de la cerca que nos pertenece ocupar?