Fecha de Inicio: 02 de diciembre de 2017
Fecha de Finalizacion: 26 de Enero de 2018
Autor: Felipe Pigna
País: Argentina
Año: 2011
Género: Historico
Sinopsis:
Hace más de dos siglos, Charles Fourier aseguraba que 'los progresos sociales y cambios de época se operan en proporción al progreso de las mujeres hacia la libertad'. La historia argentina, desde la conquista española hasta la actualidad, corrobora a diario la afirmación del socialista utópico francés.
Las mujeres representan hoy 'la mitad más uno' de la sociedad argentina, pero han cargado y cargan con buena parte del peso de la historia del país. Como protagonistas en todos los aspectos construyeron su identidad a través del trabajo, la cultura, tos debates, las luchas políticas y sociales, la vida familiar, barrial y colectiva. Un papel que, por lo general, suele negarse o limitarse a la mención de unas pocas figuras a la hora de escribir la historia, en la medida en que estas mujeres se hayan destacado en tareas, roles, profesiones u oficios definidos como 'masculinos'.
Esta nueva obra de Felipe Pigna recorre el protagonismo de las mujeres en la historia argentina, desde las pobladoras originarias y su resistencia a la conquista europea hasta quienes obtuvieron las primeras victorias en su larga lucha por la igualdad. Describe su vida cotidiana, las condiciones legales, sociales y culturales en que la llevaban adelante, y la participación femenina en los procesos históricos, políticos y económicos, siempre mucho más destacada de lo que en general se ha difundido. Este valioso libro ilumina a las mujeres que diariamente cargaban sobre sus espaldas el peso de la historia, las que rompían los moldes que se les pretendían imponer, lo que se dijo de ellas y lo que ellas dijeron de sí mismas y del país y del mundo que contribuyeron a construir.
Fecha de Finalizacion: 26 de Enero de 2018
Autor: Felipe Pigna
País: Argentina
Año: 2011
Género: Historico
Sinopsis:
Hace más de dos siglos, Charles Fourier aseguraba que 'los progresos sociales y cambios de época se operan en proporción al progreso de las mujeres hacia la libertad'. La historia argentina, desde la conquista española hasta la actualidad, corrobora a diario la afirmación del socialista utópico francés.
Las mujeres representan hoy 'la mitad más uno' de la sociedad argentina, pero han cargado y cargan con buena parte del peso de la historia del país. Como protagonistas en todos los aspectos construyeron su identidad a través del trabajo, la cultura, tos debates, las luchas políticas y sociales, la vida familiar, barrial y colectiva. Un papel que, por lo general, suele negarse o limitarse a la mención de unas pocas figuras a la hora de escribir la historia, en la medida en que estas mujeres se hayan destacado en tareas, roles, profesiones u oficios definidos como 'masculinos'.
Esta nueva obra de Felipe Pigna recorre el protagonismo de las mujeres en la historia argentina, desde las pobladoras originarias y su resistencia a la conquista europea hasta quienes obtuvieron las primeras victorias en su larga lucha por la igualdad. Describe su vida cotidiana, las condiciones legales, sociales y culturales en que la llevaban adelante, y la participación femenina en los procesos históricos, políticos y económicos, siempre mucho más destacada de lo que en general se ha difundido. Este valioso libro ilumina a las mujeres que diariamente cargaban sobre sus espaldas el peso de la historia, las que rompían los moldes que se les pretendían imponer, lo que se dijo de ellas y lo que ellas dijeron de sí mismas y del país y del mundo que contribuyeron a construir.
Es un libro bien escrito, simple y claro, donde podemos hacer un recorrido por el protagonismo que tuvieron las mujeres en la historia argentina y ver, como aquellas que se animaron a romper el molde, forjaron la Argentina que tenemos hoy.
ResponderEliminarMe llena de orgullo como mujer, haber conocido a tantas heroínas que dejaron su huella en tierra argentina. Solo conocemos los nombres de hombres en nuestra historia, pero ahora podemos decir, que en más de una oportunidad, fueron las mujeres las que tenían los pantalones puestos.
Mujeres tenían que ser de Felipe Pigna se convirtió en una propuesta retorica para mí ya que es completamente diferente a la línea que veníamos siguiendo, el autor un indiscutible investigador e historiador nos trae un caudal de información pero que a gusto personal hubiera deseado que indague más sobre la vida de estas valientes , siento que estas emblemáticas mujeres se perdieron entre tanta explicación sobre el contexto social, cultural, político y económico del momento dejando escapar detalles importante de sus vidas.
ResponderEliminarSin embargo algunos fragmentos lograron movilizarme significativamente , me llené de indignación y asco ante la barbarie humana en donde el escalafón de razas determina tu valor o tu nivel de inteligencia , pero pensándolo bien ya nosé ni porque me asombro si así como nos gustan las comidas típicas el fechas patrias o religiosas como parte de nuestra cultura, también nos encanta llamar “negro de mierda” al que según nuestro criterio es “distinto”, todavía seguimos inventado escalas sociales donde seguimos siendo superiores y donde hacemos habitué de denigración palabras tales como indio, negro , grone, groncho etc. , seremos tal vez más civilizados, tal vez mas eruditos pero aun llevamos odios pasados y resentimientos dormidos que emergen de cuando en cuando y nos recuerda que no somos tan distintos.
Desde que el mundo es mundo, cuantos acontecimientos cruzaron a través del tiempo, cuanta historia fue contada sin tener en cuenta a la mujer como protagonista, una historia de varones donde la mujer queda desplazada y relegada al olvido. Es así como a través del tiempo aparentemente “ELLAS” estuvieron ausentes en varios ámbitos, teniendo siempre tantos obstáculos para desarrollar sus capacidades e intereses, y aquellas que lograron hacerlo no fueron reconocidas, ni inmortalizadas en enciclopedias simplemente se volvieron invisibles y fue esta invisibilidad la que hizo que no supiéramos de la voluntad la entereza u integridad que ellas poseían, desinteresadas a tal punto que fueron capaces de entregar su propia vida.
Aquellas heroínas que se animaron a romper la horma fueron sin duda grandes colaboradoras, avasallantes por naturaleza, lucharon para romper las barreras tan desiguales, l contra la incomprensión de la sociedad, el racismo, o simplemente contra una absurda discriminación basada en el sexo, la clase social o la identidad étnica. Fueron las pioneras de todos nuestros logros, fueron la voz de nuestros silencios, fueron las valientes que no esperaron que sea el varón quien le ceda espacio sino las que buscaron el suyo propio. Y aunque la historia se ocupó de mantenerlas ocultas, de vez en cuando toman vida, cuando alguna calle, plaza u edificio porta su nombre o algún autor las homenajee con un libro.
Y termino sintiéndome orgullosa y digna de mi género y tal como lo expreso William Wallace en su famoso poema cada vez más convencida que “La mano que mece la cuna es la que domina el mundo”.
Estoy completamente de acuerdo con Felipe Pigna, es indispensable que las mujeres que construyeron nuestra historia tengan un libro exclusivamente dedicado a ellas. En su obra: “Mujeres tenían que ser” están volcados años y años de vivencias femeninas y debo confesar me costó bastante trabajo leerlo. Es que son tantas, pero tantas nuestras referentes mujeres que volcar en pocas líneas la vida de muchas de ellas sumándole además el contexto histórico, hace que se cumpla el dicho “el que mucho abarca poco aprieta”. Me hubiese gustado que tome solo algunas de las muchas protagonistas y que ahondara mucho más en la vivencia de cada una. Eso si, tendría que escribir muchos tomos porque si en algo coincido plenamente, es fueron muchas mujeres las heroínas que se esforzaron por lograr que se respete su lugar como parte indispensable de la sociedad con todos los derechos y obligaciones que ello implica.
ResponderEliminarNuestra sociedad fue el fruto que dio a luz la mujer indígena, la mujer esclava, la mujer inmigrante y la mujer del conquistador. Años y años de lucha fueron escritos con la sangre y las lágrimas de las mujeres que eran separadas de su familias, que perdían a sus hijos en las luchas por la libertad, por la independencia y por reclamar justicia. También fueron escritos con el sudor de las obreras que dejaban su salud trabajando de lunes a lunes sin descanso y en condiciones precarias. Si bien es cierto que el componente masculino tiene gran mérito en la construcción de nuestro país, las mujeres tuvieron además que demostrarle al hombre que tenían sus mismas capacidades, que podían trabajar, que podían estudiar, que podían administrar sus bienes, elegir sus representantes y mantener a su familia. Lo siento muchachos pero me siento muy orgullosa porque ARGENTINA tiene nombre de MUJER.
Mujeres tenían que ser de Felipe Pigna se convirtió en una propuesta retorica para mí ya que es completamente diferente a la línea que veníamos siguiendo, el autor un indiscutible investigador e historiador nos trae un caudal de información pero que a gusto personal hubiera deseado que indague más sobre la vida de estas valientes , siento que estas emblemáticas mujeres se perdieron entre tanta explicación sobre el contexto social, cultural, político y económico del momento dejando escapar detalles importante de sus vidas.
ResponderEliminarSin embargo algunos fragmentos lograron movilizarme significativamente , me llené de indignación y asco ante la barbarie humana en donde el escalafón de razas determina tu valor o tu nivel de inteligencia , pero pensándolo bien ya nosé ni porque me asombro si así como nos gustan las comidas típicas el fechas patrias o religiosas como parte de nuestra cultura, también nos encanta llamar “negro de mierda” al que según nuestro criterio es “distinto”, todavía seguimos inventado escalas sociales donde seguimos siendo superiores y donde hacemos habitué de denigración palabras tales como indio, negro , grone, groncho etc. , seremos tal vez más civilizados, tal vez mas eruditos pero aun llevamos odios pasados y resentimientos dormidos que emergen de cuando en cuando y nos recuerda que no somos tan distintos.
Desde que el mundo es mundo, cuantos acontecimientos cruzaron a través del tiempo, cuanta historia fue contada sin tener en cuenta a la mujer como protagonista, una historia de varones donde la mujer queda desplazada y relegada al olvido. Es así como a través del tiempo aparentemente “ELLAS” estuvieron ausentes en varios ámbitos, teniendo siempre tantos obstáculos para desarrollar sus capacidades e intereses, y aquellas que lograron hacerlo no fueron reconocidas, ni inmortalizadas en enciclopedias simplemente se volvieron invisibles y fue esta invisibilidad la que hizo que no supiéramos de la voluntad la entereza u integridad que ellas poseían, desinteresadas a tal punto que fueron capaces de entregar su propia vida.
Aquellas heroínas que se animaron a romper la horma fueron sin duda grandes colaboradoras, avasallantes por naturaleza, lucharon para romper las barreras tan desiguales, l contra la incomprensión de la sociedad, el racismo, o simplemente contra una absurda discriminación basada en el sexo, la clase social o la identidad étnica. Fueron las pioneras de todos nuestros logros, fueron la voz de nuestros silencios, fueron las valientes que no esperaron que sea el varón quien le ceda espacio sino las que buscaron el suyo propio. Y aunque la historia se ocupó de mantenerlas ocultas, de vez en cuando toman vida, cuando alguna calle, plaza u edificio porta su nombre o algún autor las homenajee con un libro.
Y termino sintiéndome orgullosa y digna de mi género y tal como lo expreso William Wallace en su famoso poema cada vez más convencida que “La mano que mece la cuna es la que domina el mundo