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miércoles, 19 de diciembre de 2018

Almas grises


Fecha de inicio: 7 de Diciembre de 2018 
Fecha de finalización: 18 de Enero de 2019
Autor:  Philippe Claudel

País: Francia
Año: 2005
Género: Policial




Sinopsis:
Diciembre 1917, en un pequeño pueblo del norte de Francia, el cuerpo sin vida de una hermosa niña aparece flotando en el canal. A la escena del crimen acuden, acompañados por el incesante tronar de los cañones y el acre olor de la pólvora de un frente que se desgarra a escasos kilómetros, un policía, un juez instructor y un militar. En ese mundo provinciano el asesinato de Belle suscita innumerables sospechas y despierta viejos rencores y sacude un orden social que se tambalea.
Todos los indicios apuntan al fiscal Destinat, un rico aristócrata ya jubilado, pero el juez designará como culpables a dos desertores apresados cerca del lugar del crimen.
Sin embargo la crónica de los hechos, escrita por el policía, veinte años después del suceso, invita al lector a descubrir una realidad inesperada. En su implacable relato, donde la emoción parece retenida por el pudor del narrador, nadie es inocente, y los culpables de una forma u otra, son también victimas. El gris es el tono dominante, pero no el gris de la muerte, ni el del duro clima invernal, ni siquiera el de la cobardía, sino el gris en que se desenvuelve la condición humana: la ausencia de certezas absolutas, las sombras, los claro oscuros, en suma, el peso rotundo de la duda.

 
Opinión Personal De Analía Es un monstruo grande y pisa fuerte dice una melancólica canción que define a la guerra que en esta novela se cuelga en cada página con un retumbar distante pero incesante de cañones, lejana pero aterradora, invisible pero certera este es el escenario donde mosieur Claudel plasma esta historia, un pequeño pueblo sin un nombre preciso en algún lugar de Francia. Es una novela sombría, desgarradora pero narrada de una manera tan simple, elegante y profunda con un dejo de nostalgia en cada anécdota, con una prosa maravillosa, hay que leerla despacio para saborear la belleza de su contenido Un policía del cual no recuerdo el nombre si es acaso que en algún momento se dijo nos relata en primera persona lo que aconteció hace muchos años en una pequeña villa tras el asesinado de una pequeña, esta muerte tal vez fue la excusa para también contar otras miserias que sin tapujos las desnuda crudamente ante los ojos de los lectores. Almas grises no es más que la colección de personas que vagan perdidos tratando de sobrevivir que aquella época donde la guerra asechaba a la vuelta de la esquina. Es una historia muy triste de dolor, soledad y la naturaleza de la justicia. Se trata más de los sentimientos internos de los interesados que de resolver cualquier crimen. Para mis mas allá del sabor amargo que te deja el final del libro, me pareció una obra hermosa, Philippe Claudel logro seducirme pude imaginarme a la perfección cada sitio, me transporte a la pequeña villa de 1917 en un invierno tan crudo como la época misma. Este pasaje ciertamente nos avisa de que trata este libro, de cambios y resistencia para sobrevivir a aquello incierto que nos propone el destino. “La vida es curiosa. No avisa. Lo mezcla todo, sin dejarte elegir, de modo que a un instante de dicha le sucede otro de sangre, así, sin más. A veces pienso que somos como una piedrecilla en el camino, que permanece durante días en el mismo sitio, hasta que el pie de un paseante choca con ella y la lanza por los aires, sin razón. ¿Y qué puede hacer una piedra?”

3 comentarios:

  1. El relato de Almas grises me hizo vivir momentos de misterio, de penumbra, de confusión, de falta de respuestas, de querer saber quién fue el responsable de “El Caso”
    Sentí pena por las vidas de los personajes de V. Llegando al final de sus páginas pude deslumbrar que las incógnitas no serían esclarecidas y eso no me gustó, pero mucho menos el final. Decepción, eso fue lo que experimenté.
    Claudel dice “la pena mata y muy de prisa, el sentimiento de culpa también, al menos cuando se tiene una pizca de conciencia” deduzco, entonces, que el policía es un inconsciente.
    La descripción por momentos es llevadera y atrapante pero la historia muy oscura, propia de almas negras.

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  2. Estamos frente a una novela profunda, con una trama dura y de almas tristes.
    En cuanto a los personajes, el autor hace incapie en su aspecto psicológico, hace notar las miserias humanas en todos sus ámbitos.
    La historia destila tristeza a lo largo de las páginas y con un final aún más triste.
    En lo personal, el libro me resultó aburrido y no logró captar mi atención. Pero debo rescatar los recursos del escritor, las metáforas, comparaciones y el toque de humor irónico que usa.

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  3. Almas grises es una novela vestida de género policial aunque al pasar sus páginas descubrimos la verdadera intención del autor al elegir y ordenar las palabras de la manera en que lo hizo. A mi modo de ver nos quiere mostrar el rostro de la humanidad a cara lavada. Después de todo ¿Quién puede presumir de una personalidad impoluta, extremadamente blanca? o ¿quién puede tener el alma tan oscura que se confunda en las tinieblas?
    Al finalizar la historia no podemos decir que nos encantó o nos deslumbró porque nos lleva indefectiblemente a un viaje interior que nos invita a valorar que tan oscuro es el gris de ciertos sentimientos que son parte intrínseca de nuestra personalidad.
    A través del asesinato, la tortura, el suicidio, la gula, la prepotencia, el vicio, la avaricia el autor nos describe la negrura de las almas de los personajes que integran la historia mientras que ellos se defienden escudándose en la tristeza, la soledad, el abandono, la guerra y la muerte de sus seres queridos. Podemos decir entonces que el gris de esas almas es la eterna lucha entre las luces y las sombras que fueron forjándolas.
    Una parte muy importante es el papel del que lleva la voz del “caso”. Este personaje que nos intenta contar su versión de la historia trata de hacer surgir de turbias aguas los actos viles de la gente del pueblo. Por eso nos muestra los defectos del fiscal, del juez, del guardia, de los desertores, de los pueblerinos que se escudaron en “la fábrica” para no ir a la guerra. Y así van cayendo uno a uno, frente a nuestros ojos, todos los que vivieron en ese pequeño pueblo en aquel fatídico y cruel invierno. En un principio, el relator, nos parece el ángel justiciero, dueño de la verdad, que no quiere morir sin hacer que los culpables queden al descubierto, pero al llegar a las últimas páginas descubrimos que en realidad el usa esta historia como tapujo de su propio crimen. De alguna manera u otra está usando la trágica muerte de la pequeña para dejar al descubierto el asesinato de su hijo que no ha podido superar. Es así como comienza su relato: “No sé muy bien por dónde empezar. Es realmente difícil… Pero aún así debo intentar decirlo. Decir lo que me roe el corazón hace veinte años…”
    Llegamos al final sin descubrir a ciencia cierta quién tomó la vida de la pequeña pero comprendimos que el blanco y el negro, la luz y la sombra están en constante lucha para determinar si el alma del ser humano, al final del camino, tendrá un tinte gris claro o gris oscuro. Si hay algo que revolotee en tu conciencia y que a veces te quita el sueño, o que a pesar del tiempo trascurrido cada tanto vuelve a tu memoria, seguramente la blancura del alma con la que viniste envuelto a este mundo tiene alguna que otra mancha gris.

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