Fecha de Inicio: 15 de febrero de 2025
Fecha de finalización: 11 de abril de 2025
Autor: Elizabeth Gilbert
País: Estados Unidos
Año: 2013
Género: Ficción
Fecha de finalización: 11 de abril de 2025
Autor: Elizabeth Gilbert
País: Estados Unidos
Año: 2013
Género: Ficción
Sinopsis:
En los albores de un nuevo siglo, en un invierno característico de Filadelfia, nace Alma Whittaker. Su padre, Henry Whittaker, es un explorador botánico audaz y carismático cuya vasta fortuna oculta unos orígenes humildes: comenzó como un ladronzuelo en los jardines Kew de sir Joseph Banks y de grumete a bordo del Resolution del capitán Cook. La madre de Alma, una estricta holandesa de buena familia, sabe tanto de botánica como cualquier hombre. Niña independiente, con una sed de conocimientos insaciable, Alma no tarda en adentrarse en el mundo de las plantas y de la ciencia. Sin embargo, a medida que el minucioso estudio de los musgos la acerca más y más a los misterios de la evolución, el hombre al que ama la arrastra en la dirección opuesta: al mundo de lo espiritual, lo divino y lo mágico. Ella es una científica de mente despejada él es un artista utópico. Pero lo que une a esta pareja es la pasión compartida por el saber: el desesperado deseo de comprender cómo funciona el mundo, de qué están hechos losmecanismos de la vida. La firma de todas las cosas es una novela grandiosa que narra la historia de un siglo grandioso. Recorre todo el mundo, desde Londres hasta Perú, Filadelfia, Tahití o Ámsterdam. Habitada por personajes extraordinarios misioneros, abolicionistas, aventureros, astrónomos, capitanes de mar, genios y locos, cuenta, por encima de todo, con una heroína inolvidable: Alma Whittaker, una mujer de la Ilustración que se yergue desafiante en la cúspide de la era moderna.
La firma de todas las cosas es una obra que teje ciencia, amor, dolor y evolución en una narrativa tan vasta como el tiempo geológico, al ritmo de rocas de montañas. La historia de Alma Whittaker, una niña poco agraciada pero hambrienta de conocimiento, inteligente y perspicaz, criada sin carencias materiales, con una madre estricta y un padre rígido de "valores cuestionables”, Alma, como musgo —su objeto de estudio—, aprende que las maravillas de la adaptación convierten a cada criatura en "un ser precioso e impresionante".
ResponderEliminarLa firma de todas las cosas es un viaje que trasciende lo biográfico para convertirse en un compendio de sabiduría sobre la naturaleza, la culpa, la redención y la eterna confrontación entre carne y espíritu.
Es, en esencia, un libro de aventura constante —intelectual y emocional—, donde el amor no es romántico, sino una fuerza tan brutal como la naturaleza misma. Una historia épica femenina, dirigida a quienes crean en la resiliencia como arte.
Me llevo la enseñanza de que, como el musgo, podemos crecer en las grietas más oscuras, y que "desmemoriar la culpa" es el primer paso hacia la libertad, “la firma de lo inconfundiblemente extraordinario.”
¡Sencillamente, Me encanto!
“La firma de todas las cosas”, es un libro escrito con un lenguaje original, imaginativo y creativo. Relata temas del mundo físico y biológico, y también incursiona en temas del mundo espiritual. Los personajes están muy bien diseñados y descriptos.
ResponderEliminarEs una historia muy completa, que te permite viajar por el mundo y conocer mucho de él.
Es muy entretenida su lectura, aunque hay algunas páginas en las que la historia se vuelve un poco redundante. Super recomendada su lectura.
La firma de todas las cosas, de Elizabeth Gilbert
ResponderEliminarDesde la primera página sentí que algo me tocaba el alma.
Hay libros que se leen… y otros que se habitan.
Y este fue de esos que me invitaron a quedarme, a detenerme, a respirar junto con sus palabras.
La narrativa de Elizabeth Gilbert es como un manantial: fluye sin esfuerzo, pero igual te arrastra suave, profundo.
Tiene esa manera sensible, carismática de contar, esa capacidad de dejar una huella…
Como si cada frase llevara una firma invisible que se posa en quien lee.
Alma, la protagonista, me resultó tan real, tan humana… que por momentos me sentí dentro de su piel. Niña curiosa, adolescente llena de preguntas, mujer con anhelos que a veces duelen… y anciana sabia.
Empatizar con ella no es una opción: es una consecuencia natural.
Este libro es como una orquídea. Elegante, paciente… lleno de pequeños detalles que solo se revelan si te detenés a mirar con atención.
Y, como una orquídea, va floreciendo lentamente… hasta dejarte con esa sensación de haber presenciado algo único, sutil, poderoso.
Y una de las cosas que más me fascinó… es cómo la autora guarda secretos.
Verdades que no se adivinan, que se esconden a plena vista, con delicadeza.
Como cuando Alma intenta comprender el rechazo de su marido.
Ahí creemos saber lo que pasa. Pero no. Gilbert espera. Se contiene.
Y cuando finalmente revela la verdad… lo hace con esa elegancia, con esa humanidad que conmueve.
No es un giro brusco. Es un susurro. Un acto de confianza hacia quien lee.
Y en ese silencio que se rompe… la historia se vuelve todavía más honda.
Es un libro que habla de ciencia y de amor, de evolución y de deseo…
Pero por sobre todo, habla de la belleza de existir, con todas nuestras contradicciones.
Yo me quedo con una certeza: lo importante, al final, siempre deja una firma.
Y este libro, sin duda, ha dejado la suya en mí.
Me quedé gratamente admirada por la extensión de esta obra. Al hablar de extensión, no solo me refiero a la cantidad de páginas, sino a su contenido. A lo largo de la trama, no solo recorrimos la historia de Alma desde antes de su concepción hasta sus últimos días, sino que la autora nos transportó por un mar de tinta a distintos rincones del mundo: desde Europa a América, con un desvío a Asia y de vuelta a Europa, recolectando en el camino testimonios históricos, teorías evolutivas y descubrimientos científicos que no tienen desperdicio.
ResponderEliminarNo me detendré a hablar de los personajes —todos tallados con maestría por la pluma de Gilbert— para no explayarme. Me centraré en Alma: una mujer sin grandes atractivos físicos, pero con una pasión por el saber cultivada desde la infancia. Alma Whittaker, científica rigurosa, vio alterada su visión del mundo al cruzarse con Ambrose Pike, un hombre místico y espiritual. Ella no renunció a la ciencia, pero dejó de verla como el único prisma válido para entender la existencia. Ahora, su conocimiento convive con la aceptación de que hay dimensiones —el amor, el arte, la muerte— que no se reducen a fórmulas.
El nombre de la protagonista no es casualidad. Casi al final, Alma evoca las palabras de Retta: “¡Gracias a los cielos que existe la tierra! Si no, ¿dónde nos sentaríamos?”. Y cuando susurra “Estamos muy lejos de casa…”, uno se pregunta: ¿se refiere a White Acre o a ese hogar espiritual donde la dualidad entre ciencia y fe por fin se reconcilia?
El libro cierra con el interrogante que persiguió a Alma: ¿Es la naturaleza un libro cifrado por una mente superior, o las "firmas" que vemos son solo adaptaciones evolutivas que nuestro cerebro interpreta como símbolos? Yo misma he confrontado el Génesis con la ciencia, pero mis creencias me llevan a ver un diseño en tanta perfección. Si Dios nos creó a su imagen, ¿no somos acaso su firma más evidente, grabada en el corazón de la naturaleza?
En sus últimos días, Alma no abandonó la razón, pero dejó que la fe brotara entre sus grietas. Sabía, en lo profundo, que tras cada firma hay una mano sabia sosteniendo la pluma.